La mega biodiversidad de México, entendida como su vasta riqueza biológica y cultural, se ve influenciada por diversos factores culturales que han moldeado y, en algunos casos, amenazado esta diversidad. Históricamente, prácticas como la domesticación de más de 200 especies de plantas con fines comestibles y la creación de paisajes culturales a través de la agricultura han enriquecido la biodiversidad del país. Sin embargo, en las últimas décadas, ciertos cambios culturales han tenido impactos negativos en esta riqueza natural.
1. Cambios en la agricultura
La intensificación de la agricultura y el auge de la agroindustria han llevado a una simplificación de la dieta y a la pérdida de variedades locales de cultivos. Actualmente, el 90% de los requerimientos calóricos y proteicos de la dieta humana se satisfacen con solo 15 tipos de cultivos vegetales y ocho especies de animales domésticos, lo que ha resultado en la desaparición de muchas variedades tradicionales.
Además, la degradación de los suelos, el cambio climático, la inequidad socioeconómica y los conflictos por recursos y territorios han afectado negativamente la biodiversidad. La migración y el envejecimiento de la población que posee conocimientos tradicionales sobre el uso de la biodiversidad también contribuyen a su pérdida.
Por otro lado, la diversidad cultural de México, reflejada en las 66 lenguas indígenas y sus variantes, ha sido fundamental en la domesticación y manejo de especies, contribuyendo significativamente a la riqueza biológica del país. Sin embargo, la pérdida de usos y costumbres, así como la desintegración de comunidades debido a la migración por pérdida de empleos, han debilitado este vínculo entre cultura y biodiversidad.
2. El impacto negativo de la deforestación de especies
Uno de los mayores desafíos para la biodiversidad en México es la deforestación causada por el ser humano, ya sea por la expansión agrícola, ganadera, urbana o la extracción de madera
“La pérdida de cobertura vegetal por la deforestación es una de las principales amenazas para la biodiversidad del país” (CONABIO, s.f.).
La tala desmedida y la fragmentación de hábitats afectan no solo a las especies arbóreas, sino también a toda la cadena ecológica que depende de esos ecosistemas. México pierde aproximadamente 155 mil hectáreas de selvas y bosques cada año (FAO, 2020). Este fenómeno contribuye a la disminución de la biodiversidad, altera los ciclos hidrológicos y acelera la erosión del suelo, lo que puede conducir a la desertificación.
Las principales causas de la deforestación en el país incluyen la conversión de bosques en tierras agrícolas y ganaderas, así como el desarrollo urbano e infraestructuras. Estas actividades han llevado a una pérdida anual significativa de vegetación arbolada. Además, los incendios forestales contribuyen negativamente al medio ambiente al causar deforestación, erosión, pérdida de biodiversidad y emisiones de CO₂.
3. Híbridos y poliploides
En México los híbridos y poliploides juegan un papel importante como factores que favorecen la biodiversidad agrícola y genética. La historia de la domesticación en el país, especialmente en regiones como Mesoamérica, ha estado marcada por procesos de hibridación entre especies silvestres y domesticadas, así como por la aparición natural o inducida de poliploidía en plantas cultivadas
La hibridación, implica el cruce entre diferentes especies o variedades, y ha permitido combinar rasgos deseables de parentales distintos, resultando en plantas con mayor vigor, resistencia a enfermedades y adaptabilidad a diversos ambientes.
Por otro lado, la poliploidía, que es la presencia de más de dos conjuntos completos de cromosomas en una célula, ha sido un mecanismo clave en la evolución de muchas especies cultivadas. Los poliploides suelen exhibir mayor tamaño de fruto, tolerancia a condiciones ambientales adversas y variabilidad genética, facilitando su adaptación y manejo en sistemas agrícolas.
Estos mecanismos han permitido generar nuevas variedades con mayor tolerancia a condiciones ambientales extremas, resistencia a plagas o enfermedades, y mejoras en productividad, lo cual ha sido clave para la adaptación de cultivos a distintas regiones ecológicas del país. México, como centro de origen de cultivos como el maíz, muestra cómo la diversidad genética derivada de híbridos y poliploides ha fortalecido la seguridad alimentaria y mantenido una gran diversidad de formas y razas locales.
Además, estos procesos favorecen la conservación de parientes silvestres de cultivos, que conviven y se cruzan con especies cultivadas, enriqueciendo el acervo genético del país. Sin embargo, también pueden representar un riesgo si no se manejan de forma sostenible, ya que la hibridación descontrolada puede erosionar la diversidad genética original, y la expansión de cultivos mejorados podría desplazar variedades locales o silvestres.
En el caso de los animales en México, los procesos de hibridación y poliploidía también pueden influir en la mega biodiversidad, aunque de manera distinta y con ciertos riesgos ecológicos más notorios.
En la fauna mexicana, la hibridación (cruce entre especies diferentes) puede ocurrir naturalmente en algunas zonas donde especies cercanas se solapan, como entre ciertos peces o aves. Sin embargo, el problema más común proviene de hibridaciones inducidas o accidentales, las cuales muchas veces ocurren por la introducción de especies exóticas o domesticadas que se cruzan con especies nativas. Por ejemplo, los Peces tilapia, introducidos en cuerpos de agua dulce, que se cruzan con especies nativas, alterando su genética y compitiendo por recursos.
Fuente: Pez Tilapia, (s.f.) © Blog de pesca.
O el perro doméstico (Canis lupus familiaris) puede cruzarse con coyotes, generando híbridos que alteran el comportamiento y genética de poblaciones silvestres.
Estos híbridos pueden representar una amenaza para la biodiversidad, ya que diluyen el patrimonio genético de las especies nativas, pueden tener ventajas competitivas y, en muchos casos, interfieren con el equilibrio ecológico.
En el caso de la Poliploidía, a diferencia de las plantas, la poliploidía en animales es mucho más rara. Se ha documentado en algunos anfibios, reptiles y peces, pero su rol en la diversidad genética en México es limitado. En especies como algunos peces de Xochimilco, se han observado fenómenos de poliploidía relacionados con condiciones ambientales extremas o contaminación, lo cual podría representar una adaptación o una señal de estrés genético.
Referencias
- Alvarez. (s. f.). Pez Tilapia · Blog de pesca · Álvarez. https://www.a-alvarez.com/blog/pesca/especies/pez-tilapia
- Conabio. (s. f.-a). ¿Cómo se conserva la diversidad biológica y cultural? | Biodiversidad Mexicana. Biodiversidad Mexicana. https://www.biodiversidad.gob.mx/diversidad/como-se-conserva
- Evaluaciones de recursos forestales mundiales | Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. (s. f.). https://www.fao.org/forest-resources-assessment/es/
- Perro Doméstico (Canis familiaris). (s. f.). iNaturalist Mexico. https://mexico.inaturalist.org/taxa/47144-Canis-familiaris
- Rodríguez Bautista, Geremías, Segura Ledezma, Sergio Damián, Cruz Izquierdo, Serafín, Corona Torres, Tarsicio, López Medina, José, Gutiérrez Espinosa, María Alejandra, Cruz Huerta, Nicacio, & Valenzuela Núñez, Luis Manuel. (2018). Poliploidía en zarzamoras silvestres (Rubus spp L.). Nova scientia, 10(21), 1-16. https://doi.org/10.21640/ns.v10i21.1385
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